Publicado en Estepona Información el 16/08/2008
Últimamente parece que Los Verdes atesoramos la "virtud" de enojar a algunos miembros de un equipo de gobierno que, paradójicamente, no ha tenido por nuestra parte más que palabras de aliento y apoyo. Un aliento necesario en estos momentos de crisis institucional y económica pero que no debe llevarse más allá de la razón y el rigor histórico.
En esta ocasión, la ex alcaldesa popular Rosa Díaz, ahora concejala de Estepona 2007, montó en cólera cuando en rueda de prensa Los Verdes recordamos su posición ante el contrato de cesión del monte público Sierra Bermeja. Prometo que si salió a colación su nombre fue a preguntas de los chicos de la prensa que querían saber la posición de los gobiernos municipales ante tamaña barbaridad.
Ese, y no otro, es el fondo de la cuestión. El Grupo GIL, liderado en Estepona por el Sr. Crespo, perpetró a nuestro parecer un gravísimo atentado contra Estepona. El contrato de cesión de usos de Sierra Bermeja a una compañía creada expresamente para la ocasión suponía la pérdida de control municipal sobre una tercera parte del territorio, a un precio irrisorio y durante 35 años. Además, el turismo cinegético como uso previsto, no suponía ni incremento de actividad económica ni beneficio medioambiental, sino todo lo contrario.
Tanto el PSOE liderado de Barrientos e integrado por exgiles, como el PP de Rosa Díaz, integrado también por gilistas, coincidieron en defender el contrato de cesión frente a la posición del único colectivo esteponero preocupado efectivamente por el interés público, los naturalistas de GRU.N.SBER. Rosa Díaz puede haber olvidado algunos detalles de la historia, pero seguro que recuerda el despido fulminante de un militante de GRU.N.SBER horas después de participar en una rueda de prensa en la que los ecologistas explicaban su posición.
Ahora se trata de ejercitar la cordura y no la venganza. La Sra. Díaz tiene una oportunidad única de recapacitar sobre lo sucedido y alinearse, ya sin lastre gilista, con los defensores de un territorio maravilloso y único en el mundo, Sierra Bermeja.
via Re-Verde Con Causa
En esta ocasión, la ex alcaldesa popular Rosa Díaz, ahora concejala de Estepona 2007, montó en cólera cuando en rueda de prensa Los Verdes recordamos su posición ante el contrato de cesión del monte público Sierra Bermeja. Prometo que si salió a colación su nombre fue a preguntas de los chicos de la prensa que querían saber la posición de los gobiernos municipales ante tamaña barbaridad.
Ese, y no otro, es el fondo de la cuestión. El Grupo GIL, liderado en Estepona por el Sr. Crespo, perpetró a nuestro parecer un gravísimo atentado contra Estepona. El contrato de cesión de usos de Sierra Bermeja a una compañía creada expresamente para la ocasión suponía la pérdida de control municipal sobre una tercera parte del territorio, a un precio irrisorio y durante 35 años. Además, el turismo cinegético como uso previsto, no suponía ni incremento de actividad económica ni beneficio medioambiental, sino todo lo contrario.
Tanto el PSOE liderado de Barrientos e integrado por exgiles, como el PP de Rosa Díaz, integrado también por gilistas, coincidieron en defender el contrato de cesión frente a la posición del único colectivo esteponero preocupado efectivamente por el interés público, los naturalistas de GRU.N.SBER. Rosa Díaz puede haber olvidado algunos detalles de la historia, pero seguro que recuerda el despido fulminante de un militante de GRU.N.SBER horas después de participar en una rueda de prensa en la que los ecologistas explicaban su posición.
Ahora se trata de ejercitar la cordura y no la venganza. La Sra. Díaz tiene una oportunidad única de recapacitar sobre lo sucedido y alinearse, ya sin lastre gilista, con los defensores de un territorio maravilloso y único en el mundo, Sierra Bermeja.
via Re-Verde Con Causa
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